La NASA anunció aumento de la basura espacial en 2016


por El Universal


Los escombros espaciales que rodean actualmente la Tierra, más conocidos como basura espacial, aumentaron a lo largo del año 2016 y se acercan a los 18.000 objetos, según los datos facilitados por la Oficina del Programa de la NASA de Restos Orbitales.

Las últimas cifras publicadas, a mes de octubre de 2016, calculan en 17.817 los objetos presentes en torno al planeta, un número que es consecuencia del continuo aumento de estas piezas a lo largo del año. 


eluniversal.com/La NASA anunció aumento de la basura espacial durante el pasado año 2016.


De hecho, 2015 terminó sin superar los 17.000 objetos y, en el mes de marzo del año pasado, ya se habían contabilizado más de 17.300. La cifra ascendió a 17.729 a mitad de 2016, informó ABC.

Según el análisis que presenta ahora la NASA, la tendencia no se rompe, ya que las subidas habrían sido constantes en los últimos años. Sin embargo, tanto en 2014 como en 2015 no presentaron grandes cambios y la agencia espacial estadounidense habló de "estabilidad" en torno a los 16.000 escombros. Ahora, apunta que los aumentos en 2016 han sido más impactantes en cuanto a cifras.


elperiodico.com/Un ciudadano sudafricano parece estar rezando ante el fragmento de chatarra espacial caído, quizá como señal divina, del cielo, en Suráfrica.


Este recuento que elabora cada año la NASA contabiliza la cantidad de satélites activos o inactivos que han sido lanzados o bien bajados de sus órbitas para ser hundidos en el mar; así como cohetes espaciales antiguos y en funcionamiento, y demás objetos procedentes de la fragmentación de residuos, generados por ejemplo en explosiones.

De manera desglosada, de estos 17.817 cuerpos espaciales que rondan el planeta, la Comunidad de Estados Independientes Rusos -antigua Unión Soviética- se mantiene como la que mayor cantidad de basura desecha al espacio, con un total de 6.354 objetos; seguida de Estados Unidos con 5.699 y de China con 3.782.

Cabe destacar que el país norteamericano ha aumentado en más de 500 objetos su cuota de basura espacial con respecto a las cifras registradas en octubre del año anterior. También la antigua Unión Soviética ha registrado una subida en este período, en este caso en 66 cuerpos espaciales, mientras que China ha sumado 9 escombros en un año.

Por su parte, la Agencia Espacial Europea (ESA) sigue siendo la entidad que menos objetos genera en el espacio, con 123; aunque también aumenta en más de 10 cuerpos espaciales con respecto a 2015. De éstos, 69 proceden de explosiones y 54 son cohetes, cuerpos y demás escombros.

Además, hay países que independientemente de la agencia espacial a la que pertenezcan, también envían y «arrojan» a la órbita terrestre aparatos espaciales. Así, sería el caso de los 529 franceses, los 245 que tiene Japón, los 185 indios, o los 900 de 'otras' naciones, según se desprende de este informe de la NASA.

El programa de la NASA encargado de controlar la basura espacial es el "U.S. Space Surveillance Network" (SSN). La iniciativa la desarrolla el Gobierno de Estados Unidos y tiene como principal objetivo detectar, controlar, catalogar e identificar estos objetos hechos por el hombre y que orbitan alrededor de la Tierra.

Asimismo, se encarga de predecir cuándo y dónde caerá un objeto de nuevo en la Tierra, cuál es su posición en el espacio, detectar nuevos cuerpos residuales en el espacio, y a qué país pertenecen, además de informar a la propia NASA si estos objetos interfieren con la estación Shuttle.

Fuente:  eluniversal.com/noticias/estilo-vida/ASTRONOMIA/2017


Información:

La Basura Espacial alrededor de la Tierra

Limpiar el espacio de desechos y lanzar satélites que no generen nuevos fragmentos de basura espacial es una necesidad urgente, según los expertos participantes en la mayor conferencia sobre basura espacial jamás celebrada en Europa.



Las conclusiones de la 6º Conferencia Europea sobre Basura Espacial fueron dadas a conocer ayer durante la rueda de prensa de clausura en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC), en Darmstadt, Alemania. 

Las futuras misiones espaciales deberán ser sostenibles, y contemplar una forma segura de eliminación del satélite una vez completadas. La cantidad de residuos actualmente en órbita exige que las acciones para eliminarlos empiecen pronto, para lo que se necesita con urgencia investigación y desarrollo en misiones piloto 'de limpieza'.

La eliminación de los restos de chatarra espacial es un problema ambiental de dimensiones globales, que debe ser abordado en un contexto internacional que incluya a las Naciones Unidas. 

Estos resultados fueron expuestos ante los más de 350 asistentes a la conferencia, representantes de las principales agencias espaciales, la industria, los Gobiernos y las universidades y centros de investigación de todo el mundo.

"Los expertos coinciden en la necesidad acuciante de empezar ya con las actividades de eliminación de residuos", dijo Heiner Klinkrad, director de la Oficina de Basura Espacial de la ESA.

"El grado de conocimiento que tenemos ahora sobre el problema de la basura espacial es equiparable al que teníamos hace veinte años sobre la necesidad de hacer frente al cambio climático". 

Los expertos coincidieron en que el crecimiento constante de la cantidad de residuos en el espacio supone una amenaza cada vez mayor para regiones de la órbita económica y científicamente de gran importancia. 

Además de proporcionar beneficios diarios a los ciudadanos y a la economía en general, la infraestructura actual de los sistemas de satélites tiene un gran valor. El coste de sustituir los alrededor de mil satélites ahora en órbita se estima en unos 100.000 millones de euros. Perder estos satélites tendría para la economía en su conjunto un impacto superior en varios órdenes de magnitud. Sería una pérdida para la sociedad con consecuencias graves.

"Las medidas para prevenir la generación de nuevos residuos, y para desorbitar satélites muertos, son exigentes desde el punto de vista tecnológico y potencialmente muy caras. Pero no hay alternativa, si queremos preservar el espacio como un recurso", señala.

"Los costes directos y los de perder nuestros satélites superarían con mucho el coste de las acciones para evitarlo".

Estas conclusiones fueron presentadas por investigadores senior y especialistas del Centro Aeroespacial Alemán DLR; la agencia espacial francesa CNES; la agencia espacial italiana ASI; la Agencia Espacial del Reino Unido; el Comité de Investigación Espacial; la Academia Internacional de Astronáutica; y la ESA.

Los operadores de satélite de todo el mundo, incluyendo los de telecomunicaciones; clima; navegación; o las misiones para vigilar el clima, están ahora concentrando sus esfuerzos en controlar la basura espacial.

El objetivo último es prevenir una avalancha de colisiones en cadena en las próximas décadas.

La ESA, como agencia de tecnología espacial y operaciones, considera un objetivo estratégico el desarrollo de tecnologías de eliminación activa de residuos. 

La ESA está reforzando varias acciones de investigación relacionadas con la basura espacial, en marcha ya desde hace tiempo. Esto incluye la mejora del conocimiento sobre dónde se encuentran los restos, y sobre su evolución, recurriendo a mediciones con alta sensibilidad y a modelos mejorados de las fuentes de los residuos. 

La nueva iniciativa Clean Space (Espacio Limpio, literalmente) incluye el desarrollo de nueva tecnología para acercarse a los restos, capturarlos y sacarlos de la órbita. Ya hay una misión en estudio.

Clean Space también desarrollará técnicas para paliar el problema, como dispositivos activos y pasivos para desorbitar restos y medios para que los satélites inoperativos dejen de ser peligrosos.

Música: The Descent, por Kevin MacLeod (incompetech.com)



Publicado el 25 may. 2013 por  Virgilio López

2 comentarios :

Unknown dijo...

El chico sudafricano no es que esté rezando sino dando las gracias, por la suerte de que el trasto de metal no le ha golpeado en su cabeza.

Toni Garcia dijo...

Todavía no he visto que el gobierno de algún país reconozca la propiedad de lo caído y se haga cargo de la responsabilidad civil que corresponda.