por Pablo Toral Oropesa
El RDL 9/2013 de medidas urgentes para garantizar la estabilidad
financiera del sistema eléctrico publicado en verano generó una
revolución para todos los agentes del sector, comunidades autónomas y
asociaciones de consumidores y usuarios. Adicae ha pedido al Defensor
del Pueblo que paralice la reforma y el PSOE ha presentado un recurso a
la reforma por considerarla retroactiva impropia y lesiva. Por si es
poca la polvareda levantada, el uso del fracking en España cada vez toma
más forma.
Las necesidades energéticas de la sociedad son cada vez
mayores y muchos países están pensando sumar esta tecnología a su mix
energético. El gas esquisto pese a los peligros que puede conllevar,
se está estudiando con el fin de lograr ese objeto de deseo, a veces
oscuro: el "autoabastecimiento".
En este contexto, España no es ajena al debate y está
valorándose esta fuente de energía. Es una técnica no exenta de
controversia, por su posible impacto ambiental al liberar gas de la roca
a base de inyectar agua a presión junto con arena y productos químicos.
El uso de estos aditivos en el agua utilizada para fracturar la roca
alerta por el riesgo de contaminar los acuíferos y de ocasionar
movimientos sísmicos.
En clave internacional, Obama es un defensor ferviente del
Fracking, ya que ha reducido el precio de la energía en EE.UU. y ha
disminuido la dependencia con el exterior. En Europa, Reino Unido,
Polonia, o Rumania, ven en esta tecnología la solución para reducir su
dependencia energética. Sin embargo, en Rumania la empresa Chevron ha
suspendido las perforaciones de gas de esquisto tras protestas
populares. Mientras Bulgaria, Irlanda o Francia han prohibido su uso.
En España el Gobierno y grupos de presión a favor del
Fracking han señalado como punto favorable la supuesta creación de
puestos de trabajo en las zonas a explotar. Sin embargo, en Ohio que se
emplea esta técnica, estudios posteriores han mostrado que el empleo
generado no es superior al de zonas donde no se practica. Pero hay datos
espectaculares: EEUU ya produce con el fracking más gas natural que
Rusia. El Estado de Tejas generó una media de 2,575 millones de barriles
a través del Shale Oil al día en junio, de acuerdo con la AIE, una
cifra que lo sitúa por delante de los 7 de los países miembros de la
OPEP. Los efectos: el precio del gas natural en EEUU es un 60 por ciento
más barato que en Europa.
Las CCAA y sociedad española en su conjunto se están a
postulando en este asunto. Cantabria, Cataluña, País Vasco o La Rioja,
entre otras, han dicho "NO" al Fracking. En cambio, el Gobierno está
decidido a facilitar su desarrollo: ha remitido a las Cortes el
proyecto de Ley de Evaluación Ambiental, que obligara a someterse a EIA
los proyectos en que se use el Fracking y la recién aprobada Ley para
la garantía del suministro e incremento de la competencia en los
sistemas eléctricos insulares y extrapeninsulares, en sus D. F. 2ª y 3ª
da luz verde a la fracturación hidráulica.
El fracking es un riesgo o una oportunidad, ése es el dilema
y si es un riesgo hay que ser conscientes si merece la pena el peligro
que puede correr nuestro territorio. Las cartas están sobre la mesa y la
partida ha comenzado. Muchas cartas juegan fuerte la mano: seguridad de
suministro, autoabastecimiento, dependencia energética o la rémora que
es para España ser una isla energética, son argumentos, y no un farol,
para apostar por el fracking.
Mientras los acontecimientos se aceleran: la Comisión
Europea ha reorientado su prioridad de sostenibilidad en sustitución de
más competitividad, en ese cambio el fracking es clave. El comisario de
Medio Ambiente, Potocnik, se ha mostrado favorable a su desarrollo en
Europa siempre que se lleve a cabo con la protección medioambiental y
climática adecuada.
Paralelamente, la AIE ha emitido un informe que
asegura que hay reservas mundiales potenciales de gas esquisto para
abastecer el consumo energético mundial durante, al menos, una década y
los analistas son tajantes, así Matthew Lynn de una consultora
estratégica ha afirmado: "El gas esquisto está a punto de reorganizar la
manera en que los inversores ven el mundo".
El caramelo, figurativamente, ya está en la boca del gobierno español, de los lobbys empresariales y de la opinión pública. Falta saber si el caramelo estará o no envenenado,
algo que sólo el tiempo sabe la respuesta.
Lo ocurrido en el Golfo de
Valencia en un Almacenamiento Subterráneo de Gas Natural, conocido como
"Proyecto Castor", ha provocado temor en la ciudadanía y se ha situado
también al fracking en tela de juicio. El Ministerio de Industria aseguró que "el fracking
tiene menos efecto sobre la sismicidad que el almacenamiento de gas
natural o la captura de CO2".
Tras lo sucedido, hoy más que nunca es
exigible abrir un debate transparente a la opinión pública, más de signo
científico que político, en el que, con rigurosidad, permita ponderarse
si el Fracking en España es una oportunidad o un riesgo no asumible.
Fuente: eleconomista.es/opinion-blogs/noticias/2014
Información:
El infierno del fracking
El verdadero rostro de las multinaciones en su afán por explotar los
recursos, sin importar arrasar con el medio ambiente, poblaciones,
animales y destruir los ecosistemas.
Actualizado el 22/12/2011 por Marisol Paredes
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