por Sandro Pozzi
La cadena hotelera presentará la semana próxima el sistema, que ya recorre los pasillos de una de sus propiedades en Cupertino.
Le llaman Alo. Es el nuevo botones de los hoteles Starwood. Está en prácticas. Lleva pajarita negra, como el resto. Pero su uniforme no es de tela. Está pintado sobre una carcasa de metal y su corazón es de silicio. Se trata de un robot que se parece más al amistoso y simpático R2D2 de la Guerra de las Galaxias que al incansable Robocop. Estará al servicio de los clientes las 24 horas, sin descanso, para llevarles un aperitivo a medianoche o las pilas para el mando a distancia.
tecnologia.elpais.com/Foto promocional del robot botones.
El robot botones se presentará oficialmente el próximo 20 de agosto, pero ya está poniéndose al día con sus labores en un hotel de la cadena Aloft en Cupertino (California), frente al cuartel general de Apple en Silicon Valley. Recorre los pasillos y se sube solo al ascensor utilizando la red wifi, como muestra un vídeo promocional. Pero como no tiene brazos, debe llamar por teléfono para avisar al huésped de que está fuera esperando ante la puerta para servirle.
En lugar de la propina,
el cliente puede valorar la interacción con la máquina en una escala de
cinco estrellas. El robot está siendo desarrollado por Savioke, una
empresa emergente que está creando dispositivos autónomos para el sector
servicios. En la compañía, en la que invierte Google, explican que se
inspiran en las personas que recurren a la tecnología para superar sus
discapacidades. Por eso, además de la hostelería, tienen planes para
hospitales y centros para mayores.
La idea es que si el
programa piloto funciona, pueda ampliarse a un centenar de hoteles. Los
responsables de la franquicia creen posible tener un par en cada una de
las propiedades que opera. Un reciente estudio de la Universidad de Oxford
señalaba que la mitad de los empleos en EE UU pueden ser sustituidos
por máquinas que no piensan y que ejecutan órdenes sin protestar. Amazon
ya tiene un batallón de robots en sus centros logísticos que mueven el
producto sin descanso.
El botones sin alma,
que tiene una pantalla táctil como cabeza, necesita de un humano para
poder realizar su tarea y poder agradar al cliente. Es decir, según
comenta Brian McGuinness, uno de los directivos de la cadena, la idea es
más bien liberar a los botones de carne y hueso para que se dediquen a
atender al cliente en cuestiones realmente relevantes. Cree que si la
iniciativa tiene éxito, el obediente robot podrá implantarse en toda la
industria de la hostelería.
El recurso a los robots
se concentraba hasta ahora principalmente en la industria de la
manufactura, como en las plantas de ensamblaje de coches. Sin embargo,
de acuerdo con datos recientes de la International Federation of Robotics,
están cada vez siendo más implantados en el sector servicios, donde su
penetración está siendo aún muy lenta.
El hotel de Aloft en Cupertino es, además, conocido por ser el banco de pruebas donde el grupo hotelero Starwood hace los experimentos con las nuevas innovaciones tecnológicas que va a llegar a sus franquicias.
El hotel de Aloft en Cupertino es, además, conocido por ser el banco de pruebas donde el grupo hotelero Starwood hace los experimentos con las nuevas innovaciones tecnológicas que va a llegar a sus franquicias.
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