Cibernética
Una nueva tendencia para las aberraciones sexuales.
La revolución sexual está pasando a nuevo estadio de desarrollo con la cibernética. Ya se están desarrollando robots sexuales, que si bien son una variante tecnológica de las “muñecas inflables”, puede llegar a ser más parecido a la realidad. Esta nueva tendencia busca proveer a los usuarios de mayor intimidad, personalización, protección de la salud y aparentemente menos culpas.
forosdelavirgen.org/Robot sexual.
Sin embargo ¿la actividad sexual con una máquina no humana podrá ser tan placentera a nivel emocional como con otro ser humano? ¿Y puede en realidad superar las culpas íntimas de cometer una aberración antinatural para la cual el hombre no fue diseñado?
Una relación con un robot parecería ser práctica y fácil. No se necesitaría aparentemente aferrarse a una cantidad de compromisos; no tiene exigencias y no se necesitaría tampoco invertir sentimientos. Pero sería sin embargo una relación mala, puesto que son relaciones unilaterales que implican un riesgo extremo para nuestra salud síquica. Un robot puede aprender a reaccionar ante el contacto, pero no puede entender ni tener sentimientos.
Pero ¿cuál es entonces la diferencia entre tener sexo con un robot y una relación fortuita? Siendo ambas relaciones despojadas de sentimientos, de todos modos una relación fortuita implica que durante el tiempo que ésta dura existe un contacto corporal auténtico con interacción con la otra parte. En cambio a un robot no le importa en el fondo nada de la persona que lo utiliza, y el humano lo sabe.
UNA RECIENTE PROPUESTA DE ROBOTS SEXUALES
Tauriq Moisés escribió un artículo recientemente para The Guardian, en que extiende todos los límites humanos de identidad sexual, y da la justificación para las relaciones sexuales con no-humanos. No nos referimos al bestialismo (relaciones con animales) sino de otra tendencia preocupante en la escena de la inmoralidad, el sexo con robots.
Una relación con un robot parecería ser práctica y fácil. No se necesitaría aparentemente aferrarse a una cantidad de compromisos; no tiene exigencias y no se necesitaría tampoco invertir sentimientos. Pero sería sin embargo una relación mala, puesto que son relaciones unilaterales que implican un riesgo extremo para nuestra salud síquica. Un robot puede aprender a reaccionar ante el contacto, pero no puede entender ni tener sentimientos.
Pero ¿cuál es entonces la diferencia entre tener sexo con un robot y una relación fortuita? Siendo ambas relaciones despojadas de sentimientos, de todos modos una relación fortuita implica que durante el tiempo que ésta dura existe un contacto corporal auténtico con interacción con la otra parte. En cambio a un robot no le importa en el fondo nada de la persona que lo utiliza, y el humano lo sabe.
UNA RECIENTE PROPUESTA DE ROBOTS SEXUALES
Tauriq Moisés escribió un artículo recientemente para The Guardian, en que extiende todos los límites humanos de identidad sexual, y da la justificación para las relaciones sexuales con no-humanos. No nos referimos al bestialismo (relaciones con animales) sino de otra tendencia preocupante en la escena de la inmoralidad, el sexo con robots.
El artículo, “Robots and sex: creepy or cool?” sugiere que
“el sexo con robots en la actualidad se puede restringir a la ficción, pero con los avances en la tecnología podría eventualmente cambiar. A pesar de lo que algunos pueden reaccionar, esto es algo que debe ser aceptado, incluso abrazado”.
El autor sugiere que los libros, la música y otras formas de medios de comunicación han pasado a ser digitales. La gente trabaja de manera virtual y establece relaciones en línea. Los refrigeradores nos recuerdan que debemos pedir alimentos en línea. Teniendo en cuenta todo esto, él no ve ningun “gran salto” moral en las relaciones sexuales con robots.
Pero incluso Moisés, tiene algunas preocupaciones éticas. No le gusta la idea de programar un robot sexual que “siempre consienta” o “que nunca rechace“. Sin embargo,
“Se trata de aceptar decisiones de otras personas que hacen lo que quieren con sus cuerpos y de obtener satisfacción sexual, sin la preocupación de estigmas o vergüenza. El uso de robots sexuales no daña a nadie”.
ANTECEDENTES DE SEXO TECNOLÓGICO
Uno de los precursores es FriXion, una plataforma de red social que permite entrar en contacto ardiente con otra persona. Da igual lo lejos que estén los amantes, mientras ambos tengan conexión a internet y los avanzados periféricos de FriXion.
Con ellos las dos personas pueden dar rienda suelta a la lujuria; desde besarse y agarrarse de las manos, hasta tener sexo.
Los periféricos –para mujeres y hombres– se controlan mediante el mouse, el teclado o el teléfono móvil para transmitir el movimiento en tiempo real al periférico. Y se puede ver a la otra persona disfrutando mediante la webcam.
Con ellos las dos personas pueden dar rienda suelta a la lujuria; desde besarse y agarrarse de las manos, hasta tener sexo.
Los periféricos –para mujeres y hombres– se controlan mediante el mouse, el teclado o el teléfono móvil para transmitir el movimiento en tiempo real al periférico. Y se puede ver a la otra persona disfrutando mediante la webcam.
YA EXISTEN LOS PRIMEROS ROBOTS SEXUALES
Pero de hecho, los androides inmorales han estado en la escena desde enero de 2010. Al parecer, miles de hombres colocaron una preorden para Roxxxy, “el primer robot sexual del mundo”, en Las Vegas Adult Entertainment Expo, hace cuatro años.
“El robot cuenta con la inteligencia artificial, tecnología de reconocimiento de voz y un grupo de frases grabadas, por lo que es capaz de, en algunos niveles, conversar con su pareja”, revela en un artículo el Dr. Robi Ludwig.
“Ella también tiene un cambiador de la personalidad, una conexión a Internet para recibir actualizaciones de software y de diálogo, todo por un precio de entre U$S 7.000 a U$S 9.000.”
Douglas Hines, su inventor dice que primariamente,
“Se nos ocurrió la idea de utilizar un robot para ayudar a cuidar – no sustituir a una enfermera -, para ayudar a las personas que necesitan un cuidado especial en el hogar: inválidos, pacientes de Alzheimer, etc, porque tal vez no sea rentable o práctico tener una enfermera a tiempo completo con el paciente”.
Pero luego nació su uso para actividades sexuales:
“Básicamente buscamos otro mercado para el producto. Buscamos oportunidades en las áreas que necesitan o carecían de innovación o desarrollo, y lo vimos como una oportunidad para destacarse realmente”.
“El robot cuenta con la inteligencia artificial, tecnología de reconocimiento de voz y un grupo de frases grabadas, por lo que es capaz de, en algunos niveles, conversar con su pareja”, revela en un artículo el Dr. Robi Ludwig.
“Ella también tiene un cambiador de la personalidad, una conexión a Internet para recibir actualizaciones de software y de diálogo, todo por un precio de entre U$S 7.000 a U$S 9.000.”
Douglas Hines, su inventor dice que primariamente,
“Se nos ocurrió la idea de utilizar un robot para ayudar a cuidar – no sustituir a una enfermera -, para ayudar a las personas que necesitan un cuidado especial en el hogar: inválidos, pacientes de Alzheimer, etc, porque tal vez no sea rentable o práctico tener una enfermera a tiempo completo con el paciente”.
Pero luego nació su uso para actividades sexuales:
“Básicamente buscamos otro mercado para el producto. Buscamos oportunidades en las áreas que necesitan o carecían de innovación o desarrollo, y lo vimos como una oportunidad para destacarse realmente”.
LA ZONA ROJA DE AMSTERDAM CON ROBOTS SEXUALES
Al parecer, Moisés no es el único que profetiza este futuro inmoral. Según la investigación de la Universidad de Victoria, el futuro del turismo sexual es con prostitutas robots.
Los investigadores exploraron cómo podría operar el barrio rojo de Amsterdam en el 2050 y decidieron que prostitutas androides serán la norma, ya que no transmiten la enfermedad sexual o promueven la industria del sexo-esclavo.
Los turistas sexuales pagarán por un servicio de todo incluido, desde masajes y bailes hasta la relación sexual de las sexbots ligeras de ropa que desfilan alrededor, o del sexo masculino.
En una sociedad obsesionada por la belleza y la juventud, el Club de Sexo Yub-Yum proporcionaría una gama
”de dioses y diosas sexuales de diferentes etnias, formas del cuerpo, edades, idiomas y características sexuales”.
Yub-Yum estaría integrado por androides y autorizado por el consejo, lo que significa que podría ser regulado y ser utilizado para comercializar la ciudad como un destino de turismo sexual.
Los androides estarían hechos de fibra resistente a las bacterias y se vacíarían de fluidos humanos, para garantizar que no se transmitan enfermedades entre los consumidores.
Los clientes podrían sentirse libres de culpa, ya que en realidad no han tenido relaciones sexuales con una persona real y no tendrían que mentir a su pareja, según el profesor de Management Ian Yeoman y la sexóloga Michelle Marte, autores de la idea.
Para ellos el Sexo Robot es el sexo más seguro, libre de las restricciones, precauciones y de las incertidumbres de la oferta real.
UN DEBATE ABIERTO
Al parecer, este debate ha estado sucediendo desde hace al menos seis años, pero se está volviendo de pronto en un tema más popular.
Ya están surgiendo preguntas acerca de si el sexo con robots se calificaría como hacer trampa a un cónyuge. Y sí, que se calificaría así.
El sexo fuera del matrimonio sea con robots o con personas se clasificaría a los ojos de Dios como una inmoralidad. Dios creó el sexo para un fin, y tener sexo con un robot abusa de ese propósito.
Pero además esta Sodoma y Gomorra tecnológica, que supone menos culpas para los humanos, abre las puertas a un crecimiento de las perversiones, libres ahora de todo resabio moral.
Fuente: forosdelavirgen.org/2014
Información:
Android brothels could be reality by 2050 - NMA
Scientists in New Zealand say brothels staffed by robot prostitutes
could be a reality by 2050. In the paper Robots, Men And Sex Tourism,
Ian Yeoman and Michelle Mars of the Victoria Management School in
Wellington imagine a world in which sex tourism has become respectable
and human trafficking and the spread of STDs stemmed by replacing human
prostitutes with lifelike sex robots.
Made with bacteria-resistant materials, these robots will ensure safe sex and may be seen as a more ethical way of hiring a prostitute. Although prostitutes themselves may not be keen on the developing technology, researchers believe robot sex workers can bring a level of respectability to the prostitution game.
The paper describes a fictitious brothel in Amsterdam called Yub-Yum where, for a little more than $8,000 (£6,200), visitors are "guaranteed a wonderful and thrilling experience as all the androids are programmed to perform every service and satisfy every desire."
Facebook: http://www.facebook.com/NMAtv
Twitter @nmatv: https://twitter.com/nmatv
Tumblr: http://nmatv.tumblr.com/
Made with bacteria-resistant materials, these robots will ensure safe sex and may be seen as a more ethical way of hiring a prostitute. Although prostitutes themselves may not be keen on the developing technology, researchers believe robot sex workers can bring a level of respectability to the prostitution game.
The paper describes a fictitious brothel in Amsterdam called Yub-Yum where, for a little more than $8,000 (£6,200), visitors are "guaranteed a wonderful and thrilling experience as all the androids are programmed to perform every service and satisfy every desire."
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Publicado el 23 de abr. de 2012 por Taiwanese Animators
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