por Ariel Palazzesi
Muchos creen que es imposible, y otros están convencidos de que es
verdad. Nick Bostrom ha escrito ríos de tinta sobre el tema, desde un
punto de vista completamente lógico, lejos de las especulaciones sin
fundamento. En NeoTeo te explicamos por que puede ser que estés viviendo
dentro de una Matrix.
granmisterio.org/Nick Bostrom
La ciencia continuamente nos devela secretos sobre el universo, y
también sobre nuestra posición en él. Y frecuentemente, lo que
descubrimos es humillante: no somos el centro del universo, descendemos
de una especie de mono peludo, y estamos hechos de simple carbono.
Nos movemos mediante impulsos neurofisiológicos y estamos sujetos a
una serie de influencias biológicas, psicológicas-sociológicas que aún
no terminamos de comprender completamente. De la misma manera que una
comunidad de pólipos coralinos que generación tras generación van
construyendo la estructura calcárea que les sirve de hogar, la
civilización humana va edificando una infraestructura tecnológica que le
sirve de soporte. Nuestro propio habitat es el fruto de nuestra
tecnología.
Pero esta tecnología es también, en algún sentido, humillante. La
tecnología más avanzada de que disponemos en la actualidad es
extremadamente limitada y primitiva si la comparamos con la que tendrán
nuestros descendientes. Si extrapolamos hacia el futuro, podemos ver que
el desarrollo exponencial de la tecnología hará de los humanos algo muy
distinto.
En el campo de la simulación, por ejemplo, basta con comparar un
simulador de vuelo utilizado por los pilotos de líneas aéreas de hace 20
años con la última versión del “juego” Flight Simulator de Microsoft
para tener una idea de lo que estamos hablando: en pocos años, el
progreso y realismo conseguidos es asombroso.
Es lícito suponer que las civilizaciones futuras tendrán suficiente
energía, potencia de cálculo en sus ordenadores, y herramientas de
programación suficientes para desarrollar software que simule fielmente
un cerebro humano. De hecho, en la actualidad, IBM lo ha logrado con el cerebro de una rata. Estas mentes simuladas llegarían a ser conscientes y a tener las mismas clases de experiencias que tenemos.
libertaliadehatali.wordpress.com/El poder de cálculo del ordenador que sea capaz de esta hazaña debería ser inmenso.
identidadgeek.com/Los simuladores son cada vez mas realistas.
libertaliadehatali.wordpress.com/Debido a la gran probabilidad de que las singularidades tecnológicas
ocurran en el universo, es muy probable que civilizaciones avanzadas,
-ya sea nosotros en el futuro, o alienígenas en una lejana galaxia-,
hayan creado o crearán simulaciones.
Pensemos ahora en un simulador con un ambiente virtual muy realista,
donde habitan un grupo de estos cerebros (también simulados). El poder
de cálculo del ordenador que sea capaz de realizar esta hazaña debería
ser inmenso, pero solo es cuestión de tiempo para lograr construir una
máquina así. Algunos futurólogos aseguran que dispondremos de ella en 50
años, pero aunque demoremos 10 millones de años no habría diferencia en
el resultado. Pensemos que la computadora que se encargó de guiar el
módulo lunar que llevó los primeros hombres a la Luna, tenía el mismo
poder de cálculo que una Commodore 64, mientras que la que usas para
leer este artículo es miles de veces más potente y barata, y solo han
transcurrido 40 años.
Una vez que hemos asumido que fabricar dicho ordenador es posible,
en un plazo de tiempo finito, puede demostrarse que algunas de las tres
premisas siguientes es verdad:
1) La mayoría de las civilizaciones con un estado de desarrollo tecnológico similar al nuestro se han extinguido.
2) El porcentaje de civilizaciones tecnológicamente maduras que se
han interesado por la creación de simuladores como los mencionados es
casi cero.
3) Es muy posible que estés viviendo dentro de una simulación.
¿Cómo llegamos a esta conclusión? Supongamos que la primera premisa
es falsa. Eso significa que hay muchas civilizaciones con nuestro nivel
tecnológico. Supongamos también que la segunda premisa es falsa. Eso
implica que muchas civilizaciones están construyendo simulaciones de
seres vivos, por lo que la tercera tiene grandes probabilidades de ser
cierta. Hay una probabilidad enorme de que tu y yo estemos dentro de un
gigantesco, incomprensible (para nuestra tecnología) y poderosísimo
simulador de vida. Lógica pura y dura.
Si asumimos que (1) y (2) son falsos simultáneamente, lo cual es casi con seguridad verdad, (3) tiene que ser cierta. Seguramente dirás que no tenemos mucha información científica para
asegurar la falsedad de (1) y (2), pero sí podemos especular. Podría
existir cierta tecnología, altamente peligrosa, puesto que cada civilización
suficientemente avanzada que la descubre termina destruida (esperemos
que éste no sea el caso). También puede darse el caso de que, entre todas
las civilizaciones suficientemente avanzadas, casi ninguna este
interesada en las simulaciones de mentes. Pero ambas premisas, de ser
ciertas, constituirían un constreñimiento en la evolución futura de la
vida inteligente.
La tercera posibilidad es la más intrigante, filosóficamente
hablando. Si (3) es correcta, es casi seguro que estás viviendo en una
simulación de ordenador que fue creada por una civilización avanzada.
¿Qué clase de implicaciones prácticas tendría esto? ¿Cómo cambiaria la
forma en que vivimos la vida? En realidad, no la cambia demasiado. No es necesario volverse loco
ni nada por el estilo. Aunque existiésemos sólo en un simulador, la
mejor manera de predecir qué sucedería después en nuestra simulación es
utilizar los métodos ordinarios: extrapolación de las últimas
tendencias, método científico, sentido común, etcétera. Es decir, seguir
tu vida más o menos de la misma forma que hasta hoy.
La hipótesis de la simulación, sin embargo, puede tener algunos
efectos sutiles en el comportamiento diario. Si crees que el simulador
ha sido creado por un fundamentalista religioso, por ejemplo, puedes
conjeturar que él (o ella) ha programado el software de manera tal que
los seres sean recompensados o castigados según criterios morales
cristianos. La vida después de la muerte, por supuesto, sería una
posibilidad verdadera para una criatura simulada, ya que fácilmente
podría ser “transferido” a otro simulador después de su muerte.
Posiblemente, si el creador del simulador no quisiese que lo
descubriésemos, nunca lo haríamos. Pero si eligiese revelarse, podría
hacerlo de formas espectaculares. ¿Te imaginas algo más impresionante
que una “pantalla azul de la muerte” desplegándose delante (o arriba) de
tus ojos, informándote que el software de tu universo se reiniciará en
pocos segundos? El poder de cálculo del ordenador que sea capaz de esta hazaña debería ser inmenso. Los simuladores son cada vez mas realistas.
Fuente: neoteo.com/ciencia/2007
Información:
¿vivimos en matrix?
Blog de La Verdad: http://laverdadblogger.blogspot.com/
Publicado el 24/7/2013 por La Verdad
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