por J. Arias Borque
El Ejército del Aire identifica cada día a más de 10.000 aeronaves que vuelan sobre España. Nada sobrevuela España sin estar totalmente identificado. El espacio aéreo de nuestro país está totalmente controlado durante las 24 horas de los 365 días del año y ese control se realiza desde la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde se encuentra el Grupo de Mando y Control del Ejército de Aire.
belt.es/Uno de los aviones F-18 en alerta contínua, dentro de la base militar de Torrejón de Ardoz (Madrid)/LD.
En una gran sala operativa, personal militar de graduación controla en sus pantallas hasta el último detalle de cualquier cosa que surque los cielos. Son los encargados en marcar como amigo o no cada uno de los aviones –civiles o militares– o helicópteros que están en vuelo e, incluso, de descartar los efectos meteorológicos o buques que se reflejan en los monitores tras responder a las señales de eco que envían los rádares.
Al cabo del año se identifican una media de 4 millones de aeronaves, algo más de 10.000 al día. Para ello, España está totalmente controlada por 13 escuadrones de vigilancia aérea, que cuenta con rádares ubicados estratégicamente, en lugares de difícil acceso, y que permiten vislumbrar también buena parte de lo que vuela en los países vecinos (Portugal, Francia y Marruecos).
La gran mayoría de ellos son 3D Lanza, un tipo de rádar que fabrica la empresa española Indra y que está considero como uno de los mejores del mercado actual. De hecho, ha resultado ganador de los dos últimos concursos públicos llevados a cabo por la estructura militar de la Alianza Atlántica.
Cuando una de las trazas que aparecen en el monitor no puede ser identificada, ni siquiera utilizando fuentes externas, el centro de mando ordena un scramble o, lo que es lo mismo, que cazas del Ejército del Aire salgan a recibir e interceptar a la aeronave no identificada.
Para ello, una pareja de cazas está en alerta permanente en cinco bases aéreas españolas. Exactamente, en las de Morón de la Frontera (Sevilla) y Los LLanos (Albacete), donde cumplen esta misión los modernos Eurofighter Typhoon; y las de Torrejón de Ardoz (Madrid), Zaragoza y Gando (Gran Canaria), donde están en servicio cazas F-18. La alerta se trasmite a la base española más cercana adonde se encuentra la traza no identificada.
La alarma suena entonces en los hangares, donde dos tripulaciones conformadas por piloto, mecánico y armero se dirigen de forma inmediata hasta el caza, situado a apenas cinco o seis metros. Es tiempo de realizar las últimas comprobaciones. Entre el sonido de la alerta y que el caza levante las ruedas del suelo nunca pasan más de 15 minutos. Según la emergencia, la operación se reduce, incluso, a los cinco minutos.
Momentos antes de despegar, en la pista, el piloto ni siquiera conoce qué ha hecho saltar la alarma o hacia donde se dirige. Es la torre de control, mientras le despeja el espacio aéreo para darle salida, quien le orienta por primera vez, al informarle de la dirección o vector que debe tomar.
Una vez ya en el aire, un controlador de interceptación situado en el puesto de mando se pone en contacto de control con el piloto. En ese momento, le informa del tipo de incidencia y de las coordenadas exactas donde se encuentra la aeronave no identificada, al tiempo que le da a conocer las reglas de aproximación, identificación, interceptación y enfrentamiento, en todo caso, entre las que podría figurar la de abatir la aeronave, orden que sólo puede ser dada por una autoridad del Ministerio de Defensa.
Fuente: libertaddigital.com/espana/Tráfico aéreo/2012
Información:
[HD] AVIONES CAZA-BOMBARDEROS F-18 ESPAÑOLES [HD]
Los cazabombarderos F-18 constituyen el pilar de la defensa aérea española. Destacados en las bases de Torrejón de Ardoz, Zaragoza y Gando, estos aparatos se encuentran en alerta permanente, 24 horas al día, los 365 días del año.
Su misión es la de policía aérea, con operaciones de identificación de aviones y comprobación de rutas. También se encargan de montar dispositivos de seguridad en grandes eventos y actúan como escolta de autoridades. Pero si se produce una emergencia, un F-18 con su tripulación puede despegar en siete minutos desde que se recibe la alarma.
Aunque tiene un tamaño reducido, 17 metros de longitud y 11,5 de envergadura, esta aeronave puede operar con un mayor número de equipos de armas que otros aviones de combate. Además, su polivalencia le permite actuar como caza en misiones aire-aire, o como bombardero en operaciones aire-tierra.
Cada uno de ellos puede hacer 6.000 horas de vuelo, una larga vida para aviones de estas características. La capacidad máxima de combustible del F-18 es de 8.500 litros; esto le proporciona una autonomía de alta cota de cuatro horas, que puede ser ilimitada puesto que está preparado para reabastecerse en vuelo.
De una bonita línea aerodinámica, estos cazas llegan a alcanzar una velocidad de dos veces el sonido, unos 1.400 kilómetros por hora. A bordo de un F-18 llegaríamos desde Zaragoza a Palma de Mallorca en 10 minutos.
En cuanto a sus pilotos, realizan las prácticas en un simulador de vuelo, una réplica exacta de la cabina del F-18; lo que supone un considerable ahorro de combustible y de mantenimiento, pero sobre todo en coste humano.
La gran mayoría de ellos son 3D Lanza, un tipo de rádar que fabrica la empresa española Indra y que está considero como uno de los mejores del mercado actual. De hecho, ha resultado ganador de los dos últimos concursos públicos llevados a cabo por la estructura militar de la Alianza Atlántica.
Cuando una de las trazas que aparecen en el monitor no puede ser identificada, ni siquiera utilizando fuentes externas, el centro de mando ordena un scramble o, lo que es lo mismo, que cazas del Ejército del Aire salgan a recibir e interceptar a la aeronave no identificada.
Para ello, una pareja de cazas está en alerta permanente en cinco bases aéreas españolas. Exactamente, en las de Morón de la Frontera (Sevilla) y Los LLanos (Albacete), donde cumplen esta misión los modernos Eurofighter Typhoon; y las de Torrejón de Ardoz (Madrid), Zaragoza y Gando (Gran Canaria), donde están en servicio cazas F-18. La alerta se trasmite a la base española más cercana adonde se encuentra la traza no identificada.
La alarma suena entonces en los hangares, donde dos tripulaciones conformadas por piloto, mecánico y armero se dirigen de forma inmediata hasta el caza, situado a apenas cinco o seis metros. Es tiempo de realizar las últimas comprobaciones. Entre el sonido de la alerta y que el caza levante las ruedas del suelo nunca pasan más de 15 minutos. Según la emergencia, la operación se reduce, incluso, a los cinco minutos.
Momentos antes de despegar, en la pista, el piloto ni siquiera conoce qué ha hecho saltar la alarma o hacia donde se dirige. Es la torre de control, mientras le despeja el espacio aéreo para darle salida, quien le orienta por primera vez, al informarle de la dirección o vector que debe tomar.
Una vez ya en el aire, un controlador de interceptación situado en el puesto de mando se pone en contacto de control con el piloto. En ese momento, le informa del tipo de incidencia y de las coordenadas exactas donde se encuentra la aeronave no identificada, al tiempo que le da a conocer las reglas de aproximación, identificación, interceptación y enfrentamiento, en todo caso, entre las que podría figurar la de abatir la aeronave, orden que sólo puede ser dada por una autoridad del Ministerio de Defensa.
Fuente: libertaddigital.com/espana/Tráfico aéreo/2012
Información:
[HD] AVIONES CAZA-BOMBARDEROS F-18 ESPAÑOLES [HD]
Los cazabombarderos F-18 constituyen el pilar de la defensa aérea española. Destacados en las bases de Torrejón de Ardoz, Zaragoza y Gando, estos aparatos se encuentran en alerta permanente, 24 horas al día, los 365 días del año.
Su misión es la de policía aérea, con operaciones de identificación de aviones y comprobación de rutas. También se encargan de montar dispositivos de seguridad en grandes eventos y actúan como escolta de autoridades. Pero si se produce una emergencia, un F-18 con su tripulación puede despegar en siete minutos desde que se recibe la alarma.
Aunque tiene un tamaño reducido, 17 metros de longitud y 11,5 de envergadura, esta aeronave puede operar con un mayor número de equipos de armas que otros aviones de combate. Además, su polivalencia le permite actuar como caza en misiones aire-aire, o como bombardero en operaciones aire-tierra.
Cada uno de ellos puede hacer 6.000 horas de vuelo, una larga vida para aviones de estas características. La capacidad máxima de combustible del F-18 es de 8.500 litros; esto le proporciona una autonomía de alta cota de cuatro horas, que puede ser ilimitada puesto que está preparado para reabastecerse en vuelo.
De una bonita línea aerodinámica, estos cazas llegan a alcanzar una velocidad de dos veces el sonido, unos 1.400 kilómetros por hora. A bordo de un F-18 llegaríamos desde Zaragoza a Palma de Mallorca en 10 minutos.
En cuanto a sus pilotos, realizan las prácticas en un simulador de vuelo, una réplica exacta de la cabina del F-18; lo que supone un considerable ahorro de combustible y de mantenimiento, pero sobre todo en coste humano.
Publicado el 14 mar. 2012 por sergioesp96
2 comentarios :
Me surge en la mente, de forma esporádica, una cuestión que considero lógica y natural.
Y es que si tanto control militar existe sobre el espacio aéreo español...¿Cómo es que nadie intercepta a esos aviones que carecen de matrícula de identificación aérea y que se pasan el dia fumigando sin parar a la población de ciudades tales como Madrid, Tenerife, Valencia, Vitoria, Zamora, y otras?
Es una simple pregunta que me hago.
Je...no me digas
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