por Raimundo Barbado
En el año 1999 viajé en avión desde Valencia, España, para visitar Roswell, Nuevo México, EE.UU. Como ufólogo, me asaltaba la impresión de que, quizá, todavía podía averiguar algo en aquel desierto perdido de la mano de Dios sobre el estrellamiento de una nave espacial, de origen extraterrestre, ocurrido en el año 1947, bastante antes de nacer yo. Por mucho que desde entonces haya dicho la USAF para ocultar su evidencia y realizar ingeniería inversa, allí se estrelló un platillo volante. El objetivo por mi parte era quizá encontrar en aquellos terrenos resecos e inhóspitos un tornillo o cosa parecida del OVNI. Así que aproveché unas vacaciones para desplazarme e inmiscuirme en la citada aventura americana.
cuatro.com/Fernando Cámara, Coronel del Ejército del Aire y piloto de combate, visitó personalmente la zona en la que en 1947 se produjo el accidente de Roswell. Tuvo la oportunidad de conocer a Eleazar N. Benavides, el último testigo vivo y antiguo militar destinado en la base de Roswell. Cámara ha explicado todo lo que Benavides le contó, desde las criaturas extrañas que encontró, los restos de la nave, hasta el insoportable olor que dejó aquel incidente.
Dramáticamente, como después de recorrer muchos kilómetros de campo abierto, con sombrero y sin camisa, harto de calor, de picaduras de mosquitos, tragar polvo y de gastar dinero en taxis, un día y otro día, no hallaba nada metálico de interés, al final guardé la brújula, me cansé de buscar posibles piezas de OVNI -sin duda, los militares de la USAF está claro que hicieron en su momento buen registro y limpieza del suelo- y opté por irme en moto a los bares de Fort Sumner, donde según me había dicho un borrachín de carretera había mujeres muy simpáticas. De siempre, ciertamente lo que más valoro en una mujer es su simpatía -pero error o no, eso es cosa mía-. Allí asistían frecuentemente investigadores de OVNIs.
Me tomé un par de vasos de tequila en la barra del Rodeo Grill. Había gente bailando en el salón. Las parejas parecían felices. Me dí cuenta de que yo me encontraba muy solo.
- ¿Eres españolito, verdad? -me preguntó fumando una chica morena, con aspecto de mexicana que se me acercó.
- Pues sí -le contesté-. ¿Pasa algo? -tragué un sorbo.
- Me gustan los chicos españoles. Nos robaron el oro -repuso.
- Entiendo...Cristóbal Colón, los Reyes Católicos de España y todo eso. Yo no tengo la culpa.
- Toma, te voy a invitar, así no hará falta que me robes -dejó dinero sobre la barra y me sorprendí un poco, pese a que no era la primera vez que una mujer me invitaba a tomar algo, modestia aparte. Que conste que al revés, sospechaba que podía ser una fulana, con idea de sacarme dinero.
Hizo un gesto de desprecio, se dio la vuelta sin tomar ella nada y me dijo: -Adiós.
Algo sorprendido por lo bien que habíamos llevado la breve charla, sin llegar a más, le objeté: -¿Es que ya te vas?
- Idiota -me respondió-. Tienes los ojos verdes, me gustas demasiado. Y se marchó.
Al parecer, adolecía de un carácter bastante repulsivo -lo que no cuadraba bien con lo que me habían dicho-; cosa que no implicaba que fuera mala chica. Acaso viéndonos más veces el entente-cordiale hubiera cambiado. Pero no disponía de tiempo. Las cosas pasan, y ya está.
Al parecer, adolecía de un carácter bastante repulsivo -lo que no cuadraba bien con lo que me habían dicho-; cosa que no implicaba que fuera mala chica. Acaso viéndonos más veces el entente-cordiale hubiera cambiado. Pero no disponía de tiempo. Las cosas pasan, y ya está.
Algo aturdido, seguí tomando tequila en la barra. La gente no paraba de bailar con música Country. Pero como yo no sé bailar tampoco me atreví a invitar a ello a ninguna chica de las que estaban libres, apoyadas en los pilares. Luego un tipo tejano, también interesado en el tema OVNI, que se ofreció a hablar en español conmigo, pues es el idioma que más se emplea por allí, herencia española, me dijo que las naves espaciales de origen extraterrestre no utilizan tornillos de sujeción, que eso es cosa de la NASA y así les va.
Bueno, al fin y al cabo, después de lo de Roswell, tampoco parece que les haya ido demasiado bien a los extraterrestres.
Bueno, al fin y al cabo, después de lo de Roswell, tampoco parece que les haya ido demasiado bien a los extraterrestres.
Información:
Bailando Country
Bailando Country
Música en este vídeo
Canción Good Time
Artista Alan Jackson
Con licencia cedida a YouTube por
SME (Sony Music Entertainment).
Publicado el 4 jun. 2012 por JARAVIMOS
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