por José L. Álvarez Cedena
En AI. Inteligencia artificial, el proyecto imaginado por Stanley Kubrick que terminó dirigiendo Steven Spielberg, el pequeño robot interpretado por Haley Joel Osment tiene capacidad para sentir y expresar emociones. Su diseño y programación es tan realista, que su madre adoptiva (en realidad su dueña) queda devastada ante la mirada inocente y tristísima del muchacho robótico cuando este entiende que va a deshacerse de él.
Estrenada en 2001 (aunque está basada en un cuento anterior de Brian Aldiss publicado en 1969), la película planteaba un debate que asoma regularmente a la ciencia ficción y del que también se ocupan los expertos en tecnología: ¿llegará un momento en el que los robots podrán sentir emociones? La pregunta no es baladí, puesto que una vez demostradas sobradamente las capacidades analíticas y de cálculo de la Inteligencia Artificial, la última frontera de lo humano parece residir precisamente en los sentimientos.
tynmagazine.com/Tu próximo psicólogo puede ser un robot. Aunque es difícil imaginarnos sentados frente a un robot contándole nuestros problemas personales, Furhat ya lo ha creado. Esta empresa sueca considera que hoy por hoy a los humanos nos resulta más fácil interactuar con un robot que entre nosotros.
Mientras ese momento llega, nos esforzamos por conseguir robots que simulen emociones cada vez con mayor credibilidad. “El robot social se basa en la premisa de que es la interfaz informática más natural e intuitiva para los humanos.”, asegura Sammer al Moubayed, CEO de Furhat Robotics, empresa sueca de Estocolmo especializada en el diseño y fabricación de robots sociales destinados a interactuar con personas.
Furhat está pensado para establecer una comunicación lo más similar posible a la que establecemos entre los humanos; para ello, su rostro muestra expresiones acordes a la conversación, dispone de paquetes de voces en 30 idiomas distintos, su cara es una pantalla personalizable y mantiene el contacto visual con su interlocutor, entre otras características.
engadget.com/Robotics gives AI a face with its new social robot. The bot can engage and react to humans with lifelike facial expressions.
Moubayed tiene claro que este tipo de robots serán cada vez más habituales: “lo único que hay que determinar es dónde serán útiles estas máquinas en los próximos años y cómo los integraremos en la sociedad”.
De momento, uno de los robots de Furhat atiende al público en el aeropuerto de Frankfurt y tienen acuerdos con compañías del mundo del espectáculo como Disney. Es evidente que estos robots sociales son adecuados como informadores, pero el futuro cercano puede depararles otras funciones como formadores de personal, o trabajando en recursos humanos, ya que pueden programarse para ser absolutamente objetivos y eludir cualquier sesgo discriminatorio en una entrevista de trabajo. Aunque podría objetarse que tanta relación con inteligencias artificiales dibuja un mundo deshumanizado, Moubayed opina lo contrario...cree que con los robots desarrollaremos mayores habilidades sociales: “Tenemos muchas tecnologías que en la actualidad no son óptimas y que utiliza todo el mundo. Consideramos a los robots como una herramienta para que la Humanidad vuelva a la sociedad”.
Información:
Así es Furhat, el robot social más avanzado del mundo
Publicado el 28 feb. 2019 por El Futuro Es Apasionante
Fuente: youtube.com/watch?v=6vAHk0NFA9U/2019
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