por José Manuel Nieves
Colonización espacial
Empresas se preparan para sacar provecho de los más de 1.600 millones de toneladas de agua helada y la enorme cantidad de tierras raras que contiene nuestro satélite. Con más de 1.600 millones de toneladas de agua depositada en sus polos en forma de hielo y una enorme cantidad de tierras raras ocultas bajo su superficie, la Luna se ha convertido en un objetivo ideal para las grandes compañías mineras.
En un artículo que aparece en el último número de Physics
World, Richard Corfield explica con detalle cómo muchas firmas privadas y
varias agencias espaciales sueñan desde hace tiempo con aprovechar esta
ingente cantidad de recursos y transformar la Luna en una auténtica
máquina de hacer dinero. Un sueño, por cierto, que está a punto de
convertirse en realidad.
Desde que la NASA desmanteló su programa Apolo hace más de
40 años ningún hombre ha vuelto a pisar nuestro satélite, pero en ese
tiempo los vuelos espaciales no tripulados han dado pasos de gigante y
han conseguido localizar abundantes depósitos de agua helada en los
polos norte y sur de la Luna. Lo cual, para Corfield, ha sido
suficiente para despertar el interés (y la codicia) de las grandes
corporaciones, porque "donde hay hielo, hay combustible".
Un buen ejemplo es el de la compañía tejana Shackleton
Energy Company (SEC), que planea ya explotar las vastas reservas de
hielo de agua lunares para convertirlas en combustible para cohetes, en
forma de hidrógeno y oxígeno. Un combustible que se vendería a las
agencias espaciales en "estaciones de servicio espaciales" instaladas en la órbita terrestre.
Tal y como ha explicado Dale Tietz, director ejecutivo de SEC, el plan es construir una "gasolinera" en el espacio
en la que el combustible para cohetes podrá venderse a precios
significativamente más bajos de lo que cuesta enviarlo desde la Tierra.
Por eso, SEC planea extraer el hielo de los polos lunares instalando allí estaciones mineras operadas por humanos y robots,
y utilizar ese material tanto para obtener agua como combustible que
pueda alimentar tanto a las grandes tolvas mineras como a los rovers
lunares de las compañías que se instalen para extraer materiales del
subsuelo lunar.
Otra compañía privada, Moon Express, también está
interesada en utilizar el hielo lunar como combustible, pero de una
forma diferente. Su idea, en efecto, es que tanto sus operaciones
financieras como las naves espaciales se impulsen utilizando peróxido de
alto rendimiento (HTP), un combustible basado en el hidrógeno y con una
larga tradición en los vuelos espaciales.
En cuanto a la explotación de los minerales raros de la
Luna, China es la que lleva, por ahora, la voz cantante. Su "Conejo de
Jade" aterrizó con éxito en la superficie lunar en diciembre de 2013 y
la agencia espacial china ha anunciado públicamente su intención de
establecer "una base en la Luna, igual que hicimos en el Polo Norte y el
Polo Sur".
En la actualidad, China mantiene una situación de casi
monopolio sobre los minerales raros terrestres, que son cada vez más
escasos y que resultan de vital importancia para una multitud de
dispositivos, desde los teléfonos móviles a los ordenadores y las
baterías de los coches. Por eso, no resulta extraño que el gigante
asiático quiera ahora ampliar sus redes todo lo que le sea posible.
"Todas las partes interesadas -concluye Corfield- están de
acuerdo en que la Luna -a solo un paso de la Tierra- es el primer
punto de apoyo y será esencial para la diáspora de la humanidad a las
estrellas".
Fuente: abc.es/ciencia/2015
Información:
Minería en la Luna
Se espera que al menos una compañía obtenga contratos para construir los
robots de exploración, primer paso para comenzar la explotación minera
lunar, pero ello no implica que NASA aporte financiamiento del gobierno
estadounidense, aunque sí apoyo tecnológico.
Publicado el 20 de oct. de 2014 por Reportajes y Documentales
La Luna, a un paso de ser colonizada.
ResponderEliminarEsperemos que luego no haya disputas territoriales entre los distintos paises de la Tierra que lleven a cabo esa colonización. Un beso.