por Cristina L. Éboli
PREHISTORIA
Casi diez años después del descubrimiento del ‘hobbit’ los especialistas siguen sin ponerse de acuerdo sobre si debe considerarse como una especie de homo propia.
A punto de cumplirse diez años del descubrimiento que revolucionó los
manuales de prehistoria el misterio sigue sin resolverse. ¿Quién o qué
fue el hombre de Flores u Homo floresiensis?
ideal.es/Cráneo de un hombre de Flores junto al de un humano actual. / Foto: Afp
Lo que se sabe de él proviene de los restos de apenas nueve individuos
encontrados en la isla indonesia que le da su nombre.
Su análisis,
especialmente el de un esqueleto de una mujer de entre 25 y 30 años, ha
permitido conocer sus principales características morfológicas. Medía
apenas un metro y su capacidad craneal está calculada en 420 cm3,
similar a la de un chimpancé y muy por debajo de los 1350 cm3 del hombre
actual. Estas características llevaron a los investigadores a apodarlo
como hobbit. También se ha calculado el tiempo durante el que pervivió,
desde hace 80.000 años hasta hace 12.000. Esto le convierte en el último
homo que pobló la Tierra junto al actual, y ahora ‘solitario’, hombre
moderno. Ambos incluso pudieron llegar a coincidir en la isla, lo que
obliga a preguntarse ¿Cómo habría sido esta convivencia?.
Entre los
habitantes de la isla aún hoy pervive la antigua leyenda de los Ebu
Gogo, unos pequeños seres de aspecto cavernícola y con lenguaje pobre y
con susurros. Hace cinco siglos aún defendían que estos seres vivían
escondidos en los lugares más recónditos de Flores.
nrm.se/Meet "the Hobbit", Homo floresiensis, in The Human Journey. Photo: Staffan Waerndt.
El debate
Su clasificación como especie ha derivado en un encendido y en ocasiones violento debate que no parece que vaya a desaparecer hasta la aparición de nuevos hallazgos arqueológicos.
Para sus descubridores,
el hombre de Flores es un primo lejano del Homo sapiens, que habría
evolucionado de forma independiente a él desde el Homo erectus cuando
este colonizó la isla.
Aislada, la fauna allí
presente evolucionó de forma independiente a la del resto del mundo. El
Homo erectus no fue una excepción y habría sufrido el denominado
enanismo insular, según el cual los animales que habitan espacios
aislados y pequeños tienden a reducir sus dimensiones con el fin de
adaptarse mejor al medio. Este es un fenómeno reconocido en otros
animales y en la misma Isla de Flores, descrita por la revista Nature
como “un mundo perdido”; se han encontrado, por ejemplo, restos de
elefantes enanos.
Pero también se dio en ella el efecto contrario en
forma de ratas, cigüeñas o lagartos gigantes, que habrían crecido para
poder ampliar su catálogo de presas. Surge aquí la duda de si el hombre
de Flores era el cazador o el cazado.
Asociados a sus huesos se han
encontrado herramientas de piedra datadas hace 840.000 años. A este
respecto cabe la duda de si los pequeños moradores de la isla tuvieron
capacidad para fabricar estas herramientas o dada su escasa capacidad
craneal las heredaron del Homo erectus.
En el lado contrario de la balanza se sitúan los
investigadores que niegan al hobitt el derecho de ser una especie
propia. Estos defienden que el esqueleto de la mujer y el resto de
fósiles pertenecen en realidad a sapiens con malformaciones. Puede,
afirman, que fueran hombres modernos que, debido a la carencia de yodo,
padeciesen de cretinismo, causante de un retraso físico y psíquico.
Por último, una tercera y reciente vía defiende que varios
de los huesos estudiados se asemejan más a los de un simio que a los de
un sapiens, por lo tanto ambos tendrían un antepasado común pero no son
la misma especie. Pero los restos tampoco concuerdan con el del Homo
erectus por lo que el antepasado del hombre de Flores sería una especie
anterior y posiblemente aún enana que partió de África hacia Asia y
llegó a Indonesia. No solo se trataría así de una especie con derecho a
denominación propia sino que tendría además su particular eslabón
perdido.
La incógnita puede desvelarse en cualquier momento o seguir
complicándose. Dependerá de las nuevas pruebas que se hallen en un
futuro y de cómo las interpreten los investigadores, sobre todo si lo
hacen en un mismo sentido o se sumergen en nuevas discusiones.
La
Prehistoria es la etapa más antigua de la humanidad y eso le hace ser la
más desconocida, y también la que más rápido cambia en los libros.
Fuente: ideal.es/granada/rc/2013
Información:
Homo floresiensis
TVE-1
Lorenzo Milá da en el telediario la noticia de la aparición de una nueva especie de homínido: el homo floresiensis.
Actualizado el 14 de jun. de 2009 por JaimelareArchivo
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